TURISMO FERROVIARIO: Ex – Estación Hermanos Clark

Texto y fotos: Andrés Sarmiento

Nos trasladamos a la comuna de Los Andes, específicamente al cajón cordillerano del sector Juncal, para visitar parte de nuestro olvidado patrimonio ferroviario. Ni el frío, ni las largas caminatas por dificultosos caminos fueron impedimentos para nuestra visita, ya que nuestro objetivo estaba claro, recorrer uno de los tramos del otrora Ferrocarril Trasandino Los Andes – Mendoza.

La trocha del Ferrocarril Trasandino Chileno era de solo un metro de ancho, ya que eso permitía construir curvas más cerradas en la temible cordillera de Los Andes.

Un poco de historia

Un lejano 5 de abril de 1910 se inauguró el Ferrocarril Trasandino Chileno (FCTC), como se le conocía oficialmente en Chile. La idea, que en su momento pareció una verdadera locura, fue sugerida por el puertorriqueño Eugenio María de Hostos (1839 – 1903), quien, en ese entonces, era partidario de la integración latinoamericana.

En nuestro país, fueron los hermanos chilenos Juan y Mateo Clark quienes impulsaron y llevaron a cabo este ambicioso proyecto. Su interés por lograr una mejor ruta para el intercambio comercial entre Argentina y Valparaíso los impulsó a emprender con este proyecto. Sin embargo, solo tras prolongados debates políticos, los gobiernos de Chile y Argentina decidieron permitir la construcción del «Ferrocarril Trasandino».

Todo parecía  perfecto para nuestros compatriotas, pero errores en el presupuesto de los costos de la mega obra provocaron que la empresa «Ferrocarril Trasandino Clark» fuera embargada y la concesión pasara a manos de la «Trasandine Construction Company» de Inglaterra, firma que en definitiva construyó esta grandiosa obra de ingeniería. No obstante, la historia se ha encargado de mantener a nuestros hermanos chilenos como sus gestores.

La condiciones de seguridad para los trabajadores que construyeron el tramo del ferrocarril eran mínimas, tal como se puede ver en esta fotografía histórica. Palas y picotas eran sus únicas herramientas”.

La visita…

Camino a Portillo, aproximadamente en el kilometro 49 de la ruta 60CH, nos desviamos con dirección al Parque Andino Juncal para visitar un lugar rico en patrimonio ferroviario de nuestro país, nos referimos a las abandonadas instalaciones de la ex – Estación Juncal, rebautizada con los años como la Estación Hermanos Clark.

La tornamesa no presenta mayor daño a pesar de llevar más de 30 años sin mantención.

Estratégicamente fue clave, en Ella se encontraba el centro de operaciones de las cuadrillas de trabajadores que tenían el duro trabajo de mantener operativo el servicio durante todo el año y una Sub-estación eléctrica que proveía de energía a las locomotoras hasta la Estación Las Cuevas (Argentina). Pero el abandono de sus instalaciones golpea fuerte y es casi imposible imaginar que en su momento fue la estación más importante del tramo chileno.

Ex – Sub Estación Eléctrica Juncal

Es inevitable estar en estas ruinas e imaginar el duro trabajo que tuvieron cientos de personas para concretar esta gran obra de ingeniería en plena cordillera de Los Andes. Un proyecto que se transformó en la vida de muchos, principalmente de los trabajadores de la ex-Estación Hermanos Clark.

Una de las construcciones deja en claro que estaba dividida en decenas de habitaciones que tenían como objetivo albergar a los trabajadores ferroviarios, especialmente a los que formaban parte de las cuadrillas. Esta edificación, por un lado tenía una hermosa vista al río Juncal, y por el otro un balcón que daba a una especie de acantilado (no recomendable para personas con vértigo).

Los ladrillos utilizados en la edificación de la Sub-Estación Eléctrica eran de la Fabrica Mecánica de Ladrillos “Antonio Bracco” (Las Heras, Argentina). 

En la parte baja, es posible ver los restos de una cancha de fútbol que tuvo que ser la gran entretención de los habitantes del otrora campamento ferroviario que en alguno momento vio como cientos de personas transitaban a diario por sus instalaciones.

El 21 de septiembre de 1979, para algunos debido al Conflicto de Beagle, circuló el último tren de pasajeros. Luego llegó el abandono que fue aprovechado por los delincuentes para saquear y destruir sus instalaciones, pero hoy es el momento de su puesta en valor.